Las cooperativas son organizaciones voluntarias abiertas para todas aquellas personas dispuestas a utilizar sus servicios y dispuestas a aceptar las responsabilidades que conlleva la membresía, sin discriminación de género, raza, clase social, posición política o religiosa.
Sin discriminación: La discriminación basada en características sociales, incluyendo la cultura, la identidad étnica y la nacional, están prohibidas. Las cooperativas deben ser accesibles para las personas sin importar su afiliación política, ni las creencias religiosas.
Son organizaciones voluntarias: Reafirma la importancia fundamental de que la gente elija voluntariamente comprometerse con su cooperativa. La gente puede no estar predispuesta a ser cooperativista, sin embargo, se le debe dar la oportunidad de estudiar y entender los valores por los cuales existen las cooperativas; se le debe permitir participar libremente.
La frase "abierta a todas las personas dispuestas a utilizar sus servicios..." acepta que las cooperativas se organizan con fines específicos; en muchas ocasiones, sólo pueden servir eficazmente a un tipo específico o a un número de socias y socios. Puede haber razones comprensibles y aceptables por las que una cooperativa puede imponer un límite de miembros.
La frase "dispuestas a aceptar las responsabilidades que conlleva la membresía" les recuerda a socias y socios que tienen obligaciones con la cooperativa. Tales obligaciones incluyen el ejercicio del derecho al voto, la participación en las reuniones, el uso de los servicios de la cooperativa y la garantía de equidad conforme a sus necesidades; serie de obligaciones que deben enfocarse constantemente, pero que deben traducirse en beneficios significativos, tanto para socias y socios, como para la cooperativa.
Las cooperativas deben garantizar, por medio de acciones positivas, que no hay barreras a la membresía por razones de género. Deben garantizar también, que las mujeres participen en números iguales en su programa de educación y formación de liderazgo.
Las cooperativas deben tender la mano, por medio de sus propias actividades o ayudando en la creación de nuevas cooperativas, a todos los grupos de población y minorías evidentes que se puedan beneficiar de la empresa cooperativa.
El principio de membresía también prohíbe la discriminación basada en características "sociales" (basada en la clase social). Lo "social" también se refiere a la cultura, en la cual debe incluirse la identidad étnica, y en algunos casos, la nacional. El Principio también incluye una referencia a "la raza". Las discusiones con cooperativistas de todo el mundo sugirieron que, el no incluir una alusión a la "raza", podría concluir que es aceptable excluir a alguien con base en su "raza".
Las cooperativas también deben ser accesibles para las personas sin importar su afiliación política.
Casi todas las cooperativas admiten miembros sin importar las creencias religiosas que profesen. Existen algunas, en su mayoría cooperativas financieras, que son organizadas por iglesias y comunidades religiosas. Tales organizaciones no niegan el principio en tanto que no impidan la organización de cooperativas similares entre otros grupos religiosos; en tanto no exploten en sus comunidades a los que no son miembros; en tanto cooperen con otras cooperativas en todas las formas posibles; y siempre y cuando acepten sus responsabilidades de fomentar el desarrollo del movimiento cooperativo general en sus áreas geográficas.
El grupo de socias y socios solo puede desempeñar su papel si está informado y si desarrolla una eficaz comunicación entre sí y con líderes electos, dirigentes y funcionarios.
Socias y socios solo pueden sentirse involucradas e involucrados, si se les consulta y si confían en que serán escuchados. Si bien es cierto que es necesario que líderes electos, dirigentes y funcionarios sean competentes, ellas y ellos también deben ser capaces de entender a socias y socios.
"La calidad de los miembros" aunque es indiscutiblemente el Principio más fuerte, casi siempre es el más menospreciado. En esencia significa que debe haber una relación especial entre la cooperativa y la gente a la que en primera instancia sirve. Tal relación debe definir los negocios que gestiona la cooperativa, afectar la forma en que maneja estos negocios y darle forma a sus planes para el futuro. El reconocimiento al carácter central de "la calidad de los miembros", debe significar que las cooperativas se comprometerán en un muy alto nivel al servicio de sus socias y socios, que son la razón principal de su existencia.