El movimiento cooperativo tiene un marcado compromiso con la educación: "Las cooperativas le proporcionan educación y entrenamiento a sus miembros, representantes electos, dirigentes y empleados de modo que puedan contribuir eficazmente al desarrollo de sus cooperativas".
El principio destaca la importancia vital que desempeñaron la educación y el entrenamiento a lo interno de las cooperativas. La educación significa no sólo la distribución de información o el fomento del patrocinio; significa lograr que las diferentes mentalidades de sus socias y socios, dirigentes electos y empleados comprendan totalmente la complejidad y la riqueza de la acción y pensamientos cooperativos. El entrenamiento significa que se asegurará que todos los que están asociados a las cooperativas tengan la habilidad requerida para cumplir eficientemente con sus responsabilidades.
La educación y el entrenamiento son también importantes porque proveen excelentes oportunidades para que los líderes de la cooperativa entiendan las necesidades de su sociedad. Deben dirigirse de manera que permitan evaluar las actividades de la cooperativa y surgieran métodos de mejorar o proporcionar nuevos servicios.
Las cooperativas tienen la responsabilidad particular de informar a los jóvenes y a los líderes de opinión sobre la "naturaleza beneficio" de la cooperación. Si las cooperativas van a desempeñar en el futuro el papel para el cual están capacitadas, informar es entonces una responsabilidad que deberá satisfacerse mejor. La gente no apreciará lo que no entiende.